Aventura nº 4 Diario de Babú

Esta carta es muy especial,cuenta el día de mi séptimo cumpleaños.
Era un sábado muy soleado,me desperté con un cálido rayo de sol que me dio en la cara.
Me parecía un día normal hasta que recordé.¡Hoy es mi cumpleaños!
Pegué un salto de la cama,me puse mi camisón más bonito y bajé las escaleras con una radiante sonrisa.Detrás de mi venía Pervinca.

-Aquí vienen las cumpleañeras.-dijo mamá

Tía Tomelilla hizo unos trucos de mágia mientras que desayunábamos
hizo que en mi magdalena se dibujar "Feliz Cumpleaños",nos puso una preciosa diadema  y nos dió un regalo.

-Este es para Pervinca

Era una cajita morada con seis collares de los que colgaban seis llaves, realmente preciosos.

-Y este para ti Vainilla

El mío era una cajita de color rosa que contenía una pulsera con seis corazones,cada uno con una cerradura.

-Os gusta?

-¡¡Si!!

-No son simples accesorios,tienen un significado

-¿Cual?

-Pervinca,¿me puedes decir para que sirve una llave sin una cerradura?

-Para nada,si no puede abrir nada no sirve.

-Bien,bien.¿Y tú Vainilla,me puedes decir para que sirve una cerradura sin una llave?

-No sirve para nada,sin una llave no se puede abrir la cerradura.

-Exacto,quiero que esto os recuerde que separadas no servís para nada pero unidas podéis abrir nuevas puertas.

-¡Lo recordaremos!

Esa tarde íbamos a celebrar una fiesta,estaba impaciente por que llegara la hora.
Nos llegó una gran cesta llena de regalos de los vecinos.

-¿Qué nos han traído?

-A ver a ver . . .

-El carpintero nos ha traído una talla de nosotras dos,Flox un dibujo de las tres,Grisam unos pastelitos recién hechos,Shirley un ramito de flores y Prímula Pull dos preciosos vestidos para la fiesta,también hay muchas tarjetas de felicitación de los demás vecinos.

-¡Que bien!

Sin darme cuenta llegó la hora de la fiesta,poco a poco la casa se fué llenando de globos dulces e invitados.
Estuvimos un largo rato jugando por el jardín y después nos fuimos a la plaza para jugar con el resto de niños que no habían podido venir.
Llegó el momento de soplar las velas.

-¡Pedid un deseo!

Todas las velas se apagaron a la vez y todos nos aplaudieron,me sentía muy especial.

El resto de la fiesta la pasamos en el salón contando historias alrededor de la chimenea.

-¿Os he contado esa vez que fui a explorar el bosque?

-¿Y la vez que me quedé a dormir en el faro?

Todos tenían algo estupendo que contar,Flox se quedó a dormir así que mamá nos dejó quedarnos despiertas hasta más tarde.
Hicimos una guerra de almohadas como nunca la habíamos hecho!!
Pero ya era la hora de dormir.

Pronto más aventuras